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Fracturas.
 Las fracturas en el niño recogen dos características que les diferencian del adulto en el tratamiento y evolución. En primer la presencia de la placa de crecimiento (fisis), que supone una mayor debilidad mecánica ante los traumatismos (epifisiolisis) Figura 1 y además, su lesión puede ocasionar problemas ortopédicos futuros en la longitud del hueso, eje, etc. por desarrollar puentes-barras de hueso (puentes fisarios) Figura 2. Por tanto, en estas lesiones debemos ser exquisitos en reponer (reducir), la anatomía original. En segundo lugar, el hueso en crecimiento nos permite en algunas regiones ser menos exigentes en su resultado, ya que el fenómeno de remodelación espontanea consigue en muchas ocasiones lo que no alcanza el cirujano, y el hueso aunque se deje con ciertas angulaciones, finalmente llega a ser completamente simétrico Figura 3. Además, las fracturas de los niños consolidan más rápidamente que en el adulto.
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